Los mecanismos de financiación del clima como el Fondo Verde para el Clima, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y los bancos verdes son claves en la implementación de las contribuciones de los países en desarrollo. En este sentido, las entidades ejecutoras cumplen un papel fundamental para canalizar y aprovechar las finanzas climáticas.

El pasado lunes 14 de noviembre durante la COP22 en Marrakech, se llevó a cabo el evento paralelo “Implementando las contribuciones nacionales con financiamiento climático en los países en desarrollo”, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Amazónicos por la Amazonía – AMPA, el Ministerio del Ambiente de Argentina y la Asociación La Ruta del Clima.

En el evento participaron representantes de Argentina, Perú, Costa Rica, Colombia y de la CAF con el objetivo de dar a conocer algunas perspectivas sobre financiamiento climático para los países de Latinoamérica. Durante el evento, los ponentes presentaron los avances que se realizan en los países latinoamericanos en términos de compromisos climáticos.

Carlos Gentile, Subsecretario del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, ofreció algunas apreciaciones sobre cómo se realizó el proceso de conformación de las contribuciones nacionales en el país. Gentile resaltó la inclusión de las ONGs, el sector académico, el sector privado, en el proceso de diálogo con las provincias, bajo el marco del consejo federal de Medio ambiente de Argentina.

Desde el caso de Costa Rica, Andrea Meza, a cargo de la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica, resaltó la importancia de establecer vínculos entre los sectores productivos en el país tanto para la mitigación como para la adaptación. Meza mencionó la intención del gobierno de Costa Rica de convertir la agenda climática en un tema de modelo de desarrollo para Costa Rica, en lo que llaman un “enfoque transformacional”.

La experiencia de Perú estuvo representada por Karina Pinasco, Directora Ejecutiva de AMPA, quien hizo una reseña acerca de la importancia de la conservación de los bosques, en línea con el cumplimiento de las contribuciones nacionales que tiene el país. Además, Pinasco destacó el rol de los gobernadores regionales en el Perú para generar instrumentos de gobernanza climática para así proteger la Amazonía peruana.

Por otro lado, Pinasco señaló que “para restaurar o reforestar lo que se ha comprometido al 2020, que son dos millones de hectáreas, se requiere una inversión de cinco mil millones de dólares. Reconvertir 25,000 hectáreas de cafetales en San Martín para el enfoque de producción y protección requiere de 10 millones de dólares. Por lo tanto, es clave que se incorpore en el proceso al sector privado. El rol del Estado es de apalancar y de facilitar, acompañado de las organizaciones de sociedad civil y también de la cooperación. Son claves las alianzas público-privadas”.

Silvia Calderón, Subdirectora de Desarrollo Ambiental Sostenible del Departamento Nacional de Planeación de Colombia, comentó acerca de la estrategia colombiana de financiamiento en la que se precisan las necesidades de Colombia en términos de mitigación y adaptación, así como las fuentes y los instrumentos de financiamiento.

Al respecto, Calderón señaló que Colombia necesita invertir el 0.4% de su PBI anualmente desde el 2015 hasta el 2040 para poder cumplir con sus metas climáticas. Asimismo, la experta comentó que en Colombia se ha desarrollado un sistema de monitoreo, reporte y verificación de las finanzas del clima para identificar cómo se desempeña la inversión pública a nivel nacional y local en términos de adaptación y mitigación.

Ligia Castro, Directora Corporativa de la Dirección de Ambiente y Cambio Climático del Banco de Desarrollo de América Latina, comentó acerca del trabajo que realiza la CAF en financiamiento climático. En este sentido, Castro destacó los esfuerzos de los sectores público, local y privados para los proyectos en sectores como el transporte, energía renovable, e industria forestal, entre otros.

Castro comentó, además, sobre la existencia de una línea de financiamiento de 1300 millones para operación de menos de 10 millones de dólares, y una línea de 1200 millones de dólares para la transformación productiva sostenible de eficiencia energética, y la conservación y uso sostenible de bosques que permita poner en valor lo que tenemos.

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*