No es fácil convertirse en un guardián del bosque, no es fácil encontrar gente apasionada por la conservación. Más allá de tiempo y esfuerzo se necesita un «shunto» de agallas, coraje y esencialmente amor, pasión por la preservación de la vida y solidaridad a prueba de balas. ¿El premio? Asegurar que hijos y nietos gocen de los mismos servicios ecosistémicos que brinda este «mar verde».

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Para lograr ese objetivo se necesita trabajar de manera conjunta y eso lo han entendido al pie de la letra los socios de la concesión para conservación Bosques de Maná Hermoso – ACOBMAH, quienes siguen reafirmando su compromiso de cuidado por su casa común. Así, los valientes defensores de la biodiversidad se reunieron en la casa comunal del caserío Maná Hermoso, Pólvora, Tocache, con un equipo técnico de Amazónicos por la Amazonía (Ampa) para elaborar su plan de actividades de control y vigilancia del área.

¿La parte más importante? pues se dio un mayor énfasis en la conservación de la cobertura boscosa que protege a la microcuenca Batán, fuente hídrica que nace dentro de la concesión y que necesita ser cuidada pues beneficia directamente a nueve comunidades colindantes al área de conservación.

Para ello, el patrullaje de hará de manera mensual y se visitará los tres sectores principales de la microcuenca Batán: Sector Alto Batán, 5 de Junio y Batán. A esta actividad se sumarán también las rondas campesinas para trabajar juntos por el cuidado del bosque. Una labor gratificante que sólo unidos lograremos como sociedad civil organizada.

Esta actividad fue posible gracias al apoyo de Andes Amazon Fund y forma parte de la implementación del Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos (Merese), iniciativa que se viene consolidando con el aporte de 1 sol por parte de los retribuyentes. Con los recursos se adquirirán equipos para tareas de control y vigilancia.