Nos reunimos con nuestros amigos de las concesiones para conservación en Loreto en una semana de mutuo aprendizaje y mucha sinergia. ¡Salud con aguaje!
¡Somos aguaje! Esta semana estuvimos a orillas del imponente río Amazonas compartiendo con nuestros socios de las asociaciones que administran las concesiones para conservación “Dos de Mayo de Muyuy” y “El Guacamayo”, esta última en la cuenca del caudaloso Marañón.
Se trata de las primeras concesiones para conservación otorgadas en Loreto a las propias comunidades, trabajo que Ampa viene acompañando desde sus inicios y que esta semana nos convocó para generar capacidades y compartir conocimientos en la gestión de sus iniciativas y construir juntos protocolos.
Por eso el equipo de AMPA en Loreto y el de Economías Verdes desarrollaron talleres y reuniones de capacitación y trabajo de campo para maximizar las posibilidades de aprovechamiento sostenible del recurso más abundante que es el aguaje, tanto para la sostenibilidad financiera de sus áreas como para la mejora de la calidad de vida en las zonas de influencia.
Además, el encuentro sirvió para identificar conjuntamente otras potencialidades y oportunidades tanto en sus concesiones como en sus comunidades. Sin duda, fueron días de trabajo intenso y productivo, donde se fortalecieron los lazos de confianza y confraternidad entre las asociaciones y se renovó el compromiso de conservar la vida para compartirla con todos.
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En esta reunión participaron el equipo de Ampa de la sede Loreto, Jannise Chong y Surecht Alberto Ruiz Ramos. Además, los integrantes del Programa de Economías Verdes, Miguel Tang Tuesta e Iván Bazán, así como nuestra Directora Ejecutiva, Karina Pinasco. Cabe anotar que este trabajo es posible gracias al auspicio de Andes Amazon Fund y la fundación MacArthur.
Aguaje místico y curativo
Dentro de los pueblos originarios, como el caso de los Yagua, es considerado “el árbol de la vida” y un símbolo de inmortalidad. Los Cocama-Cocamilla lo llaman “árbol de pan”. Por la gran concentración de aguajales en la Reserva Pacaya-Samiría, en Loreto, se considera a esta zona como el centro de origen de la especie.
El misticismo del aguaje alberga celosos guardianes como el jaguar, felino a quien míticamente se le considera el ‘hijo del aguajal’; la anaconda, que representa la sabiduría ofrecida por esta palmera; la lechuza, que todo lo ve desde su morada en la copa del árbol, entregando alivio a todos los males; y finalmente el caimán negro, guardián que castiga con la muerte a quien se atreve a derribar los aguajes femeninos, únicas plantas que ofrecen frutos.
El dato:
El aguaje contiene 21 a 38 veces más provitamina A en comparación con la zanahoria. Entre 25 a 31 veces más vitamina E que la palta, e iguala a la naranja y al limón en vitamina C. El fruto del aguaje es rico en fitoestrógenos, vitaminas y minerales.
