La visita a la comunidad de El Triunfo tuvo una finalidad: inspeccionar ocularmente la propuesta de concesión para conservación Alto Renaco. ¿De qué se trata? Pues de un nuevo búnker amazónico que servirá de morada eterna para aves como el paujil, primates como el tocón y mamíferos como la sachavaca.
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Son 3 mil 285 hectáreas de bosque húmedo premontano tropical donde hoy cunde la paz y no el pánico. Y todo gracias al trabajo de las rondas campesinas de las poblaciones de El Triunfo y Cashnahuasi, organizaciones sumamente organizadas y sensibles en la defensa del bosque como su legado para el futuro, para el «mañana más tarde» de sus hijos y nietos.
Ese espíritu defensor fue aplaudido por el equipo multisectorial que llegó hasta la comunidad de El Triunfo y que conformaron María Dorita y Jeysson Piña de la Autoridad Regional Ambiental (ARA); Lucy Llatas, Julio C. Tello y Sergio Rojas de Amazónicos por la Amazonía (Ampa); miembros de la Asociación Campesina de Caficultores Alianza Ambiental y autoridades de la comunidad de Cashnahuasi.
Ellos llegaron para explicar y socializar el avance del proceso ante las dos poblaciones involucradas (El Triunfo y Cashnahuasi) y, lo más importante, dar un paso concreto al realizar la inspección ocular que determinó la consistencia entre lo manifestado en el expediente y lo monitoreado en campo.
Precisamente este trabajo determinó, además, que no existía deforestación en un área que se sospechaba había sido vulnerada y que había sido reportada por el sistema de alertas tempranas. El recorrido determinó que se trataba de un pantano y que el estatus declarado en el expediente técnico se condecía con la realidad.
Tras esta exitosa intervención en campo que contó con el apoyo de Andes Amazon Fund, ahora lo que falta es el informe técnico de la ARA y el posterior otorgamiento de esta zona natural pródiga en cochas y ejemplo de recuperación de áreas degradadas en plena recuperación.
El dato: La propuesta de concesión para conservación queda en el distrito de San Martín, provincia de El Dorado, San Martín.