150 amazónicos que conservan bosques se acreditaron para ser custodios voluntarios del patrimonio forestal de todos los peruanos

Cruzaron lagunas donde reinan sirenas y los bufeos espantan almas condenadas. Serpentearon trochas invadidas por ranas multicolores, navegaron en peque peques y botes a puro pulso, caminaron bajo lluvias torrenciales y descansaron en tambos mientras los rayos iluminaban con ferocidad el cielo amazónico.

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Más de 150 guerreros y defensores de nuestra biodiversidad bajo la figura de concesiones para conservación llegaron de distintas partes de la región San Martín hasta Juanjuí con la moral al tope y con el orgullo contenido en su memoria. ¿Para qué? Para seguir aprendiendo y tener las herramientas que les permitan representar a la autoridad forestal dentro de sus áreas.

Mientras hacían la cola para inscribirse en el taller “Legislación forestal para la acreditación de custodios forestales y de fauna silvestre en concesiones forestales no maderables con fines de conservación”, le contaban al colega de otra área de conservación cómo es que a su zona regresó tal especie ingrata. Mostraban los inmensos árboles que protegen hace años, las fotos de anfibios recién bautizados, los pájaros que se creían muertos y han vuelto a la vida, el atado de mamíferos en capilla y las plantas de tiempos antediluvianos.

Emocionados por la naturaleza única de su trabajo, este pelotón de socios de las asociaciones que administran iniciativas de conservación voluntaria recibió una capacitación de tres días que terminó con la certificación respectiva para los nuevos vigilantes de nuestra amazonía y, cómo no, con una buena nueva: San Martín ha triplicado su número de custodios forestales y por lo tanto la presencia de la autoridad en zonas donde les es imposible llegar a los funcionarios en el día a día.

Ellos, los guardianes de nuestro patrimonio, son una suerte de funcionarios del Estado no declarados oficialmente, pero que realizan las tareas de control y vigilancia por puro amor a la camiseta y sin ningún tipo de beneficio a cambio por proteger los recursos del Estado. Por tierra, agua y aire, este ejército de buenas intenciones recorre las áreas de conservación para espantar a taladores ilegales, agricultores obsesos con los monocultivos y migrantes recién llegados en la sexta ola migratoria que comenzó en los setenta con la “novedad de la selva”.

Así, la cita de capacitación y calificación formal de competencias, tuvo como participantes a los representantes de las concesiones para conservación Ojos de Agua, Alto Huayabamba, El Breo, Martín Sagrado, Pucawicsa, Jardines Ángel del Sol, Monte Cristo, Sacha Runa, Bosques de Acobosay, Maquisapa, El Sangapillal, Valle del Biavo, Ojecillo, Chuacullo, El Quinillal, Yaku Kawsanapa, Ampinakuna Sacha, Ishichiwi, El Gran Simacache, Maná Hermoso, Angaiza, Pailayco, Bosques de Sinai, Bosques de Marona, Alto Renaco y Ochanache (estas dos últimas en proceso de otorgamiento).

Durante tres días, este grupo de hombres y mujeres solidarios recibió conocimientos sobre los conceptos básicos que utilizará el futuro custodio forestal y de fauna silvestre, relacionado al contexto donde se desenvolverán. Además, accedieron a información sobre los delitos ambientales y las pruebas necesarias para iniciar el procedimiento regulatorio ante la Autoridad regional Ambiental (ARA) y la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), conocieron la nueva Ley 29763 (Ley Forestal y de Fauna Silvestre) y el marco normativo de las concesiones forestales.

Asimismo, fortalecieron sus conocimientos sobre los derechos y obligaciones previstas en el contrato de administración de la concesión con fines de conservación, el procedimiento de inscripción registral y la seguridad jurídica y las infracciones a la legislación forestal y de fauna silvestre dentro de una concesión.

El segundo día fue igual de provechoso y recibieron un taller sobre la categorización de especies de flora y fauna según CITES y aprendieron sobre lectura de mapas, cubicación y uso de GPS. Por último, accedieron a los formatos de campo para control y vigilancia del área, cumplieron con los requisitos para la acreditación de custodios forestales y de fauna silvestre y tuvieron una asesoría sobre marketing sostenible, marcas y redes sociales.

La cita concluyó con el examen a los futuros custodios y la entrega de los certificados respectivos que los convierten en los comisarios de la amazonía, en los funcionarios estatales con el corazón más grande y con solidaridad a prueba de balas y motosierras.

El dato: El curso fue organizado por la Autoridad Regional Ambiental de San Martín, la Red de Conservación Voluntaria y Comunal de San Martín y Amazónicos por la Amazonía (Ampa) con el apoyo generoso del programa Serfor – CAF y Andes Amazon Fund.

 

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